martes, 16 de octubre de 2012

Venganza / Venganza:Conexión Estambul



Sé que estamos dentro del ciclo Bond, pero como bien sabéis en Kill Films nunca hay un camino preestablecido. Aprovechando el reciente estreno de Venganza: Conexión Estambul y que esta saga se basa en las peripecias de un ex-agente secreto, voy a dedicarle una entrada a esta franquicia que a mí personalmente me encanta. Ninguna de las dos entregas es una maravilla, ni serán recordadas por sus interpretaciones, por sus guiones o por sus escenas, pero tiene una de las dos características imprescindibles para que una película sea considerada buena por un servidor: cumplir lo que promete. La otra cualidad es sorprender, pero esta saga no lo hace, por la simpleza del planteamiento.


En la primera parte, Venganza (cuyo título original es Taken, mucho más lógico y acorde al argumento, pero ya sabemos la estupidez infinita que reina entre los distribuidores españoles) nos encontramos a un Liam Neeson que interpreta a Bryan Mills, un ex-agente secreto de la CIA que deja su trabajo y se traslada a Los Ángeles para estar cerca de su hija (Maggie Grace), ahora que está separado de su mujer (la madura pero igualmente sexy Famke Janssen). Aún conserva el carácter paranoico que le ha mantenido con vida a lo largo de sus misiones, y es por eso que no le hace demasiada gracia que su hija viaje con unas amigas a Paris. Pero menos gracia le hará cuando la secuestre un grupo albanokosovar de delincuentes y traten de venderla como esclava sexual. Es entonces cuando empieza la carrera contrarreloj de Mills para salvar a su hija antes de que se agote el tiempo.


Como he dicho, la película ofrece lo que promete. Incluso tiene un puntito extra que no sabría defir, un "algo más" respecto a otras películas similares que te mantiene pegado a la butaca y hace que el tiempo pase rapidísimamente. Tal vez sea porque Liam Neeson tiene ese aspecto de tipo duro por fuera pero de blando por dentro, que da el pego como padre preocupado pero implacable con los captores. o tal vez sea porque al desarrollarse en un país extranjero al que viven los protagonistas, se añade un plus de estrés en la búsqueda. Los que hemos viajado mucho por el extranjero sabemos que un problema fuera es más excitante que molesto la mayoría de las veces. Sea como fuere, para mí resultó un gran e inesperado descubrimiento cuando la ví en mi casa, porque ni me había planteado ir al cine. Pero en vista de la sorpresa y las gratas sensaciones que me dejó, no me pude resistir a ir ayer a ver la continuación.


Venganza: Conexión Estambul continúa la historia narrada en la primera entrega un par de años después. Las cosas empiezan a calmarse en el entorno de Bryan Mills tras el trauma del secuestro de su hija. Incluso su exmujer tiene un acercamiento hacia él, por lo que los tres deciden pasar unas vacaciones en Estambul. Pero, ay amigo, a nuestro padre preocupado no se le han acabado los quebraderos de cabeza porque el padre de uno de los secuestradores muertos en la vorágine vengativa de Mills ha decidido que él también va a vengarse. "Hasta los malos tienen familia" podría ser el resumen del argumento de la segunda entrega. Visualmente es distinta a la anterior, porque cambia radicalmente el paisaje en primer lugar, y porque las tomas son algo más confusas y caóticas. Aunque es cierto que lo que se pretende es dar la sensación de angustia, así que no queda fuera de tono nada.


Lo dicho, a mí me encantan estas dos películas. No son obras maestras por supuesto, pero al cumplir con lo prometido (y con creces) para mí son de lo mejorcito del género de carreras violentas contrarreloj. Liam Neeson es el que tira del carro, es evidente, pero aguanta muy bien el tirón él solo. Es inevitable que esto se acabe convirtiendo en trilogía, pero si mantienen el nivel, la coherencia y el estilo, volverán a satisfacer mis expectativas y será completamente disfrutable esa futurible tercera entrega.


VALORACIÓN: Recomendables

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