Una ida de olla importante. Si en la anterior película teníamos a un megalómano que quería acabar con la vida en la tierra y sobrevivir bajo el mar, en esta ocasión la historia se repite en el espacio. Las películas de Roger Moore siguen siendo las mejores de la saga, principalmente por el humor. Además, ¡¡vuelve Tiburón!!
La historia comienza con la desaparición de una nave espacial que es trasladada de EEUU a Gran Bretaña, por lo que 007 deberá ir a investigar a las instalaciones californianas en las que se fabricó el cohete. Las pesquisas le llevarán a Venecia, Río de Janeiro y... el espacio.
Sumado a todo lo que las películas Bond de Roger Moore nos ofrecen, tenemos una lucha en el espacio de lo más curiosa, con rayos láser y todo. Y como premio... ¿el malo no os recuerda un poquito a Peter Dinklage? Porque a mí desde luego sí.
Esto sin duda es una pistola de oro, aunque solo sea por el esfuerzo de recrear las escenas espaciales al principio de los 80. En su momento seguro que fue un bombazo e incluso hoy, tiene cierta gracia.
VALORACIÓN: Pistola de oro
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