lunes, 16 de diciembre de 2013

Nameless Gangster



El cine surcoreano es durillo de ver, lo reconozco. Suelen ser películas excesivamente largas, me pierdo con los nombres, tienen un sentido del humor muy peculiar y, pese a parecer racista... suelo confundir las caras de los personajes. Lo siento pero es verdad, me pasa. Lo bueno es que poco a poco me pasa menos. Me he ido curtiendo en esta clase de cine. Y he de decir que "Nameless Gangster" es una muy buena película, que supera con creces a muchas americanadas pretenciosas.


La historia es simple y a la vez compleja. Un agente de aduana portuaria un poco corrupto encuentra un alijo de droga en uno de los contenedores que llegan a puerto. Decide ponerse en contacto con un gangster de la zona, que resulta ser sobrino suyo. A partir de ahí, comenzará su escalada en el mundo de la mafia, donde la familia es lo más importante.Siempre que no interfiera en los negocios claro.


Una película contundente, con esos toques cómicos tan fuera de lugar pero a los que uno se acaba acostumbrando con el cine dramatico surcoreano. Pienso que para disfrutarla hace falta tener ya cierta experiencia con el género, así que quien avisa no es traidor. A los novatos seguro que les parece un batiburrillo caótico.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Plan de escape



Por Stallone y Schwarzenegger se nota que ya van pasando los años, pero he de admitir que esta película supuso una grata sorpresa. Mantiene toda la esencia de las películas de acción de los ochenta que hicieron saltar a la fama a estos dos tipos, así que no me decepcionó en absoluto. Y además, el malo de la función es Jim Caviezel, a quien un servidor está acostumbrado a ver en "Person of Interest" como el hombre que todo lo arregla y héroe de la función, el Sr. Reese.


Stallone se dedica a fugarse de cárceles para comprobar su seguridad, un trabajo un tanto peculiar. Éstas habilidades llaman la atención de los responsables de una cárcel de última generación, que quieren comprobar hasta qué punto su prisión es inexpugnable. Pero el verdadero motivo de encerrar ahí al protagonista parece ser otro. El argumento os recordará a la serie "Prison Break", pero a quién le importa visto el genial resultado.


Además de unas dosis de acción controladas, no faltan los toques de humor. Yo no soy un tío que se suela reír en el cine, pero tengo que reconocer que con esta peícula lo hice no una, sino dos veces. Digna de ver aunque solo sea una vez, si te va este rollo. Cumple lo que promete, que no es poco.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Torok el troll (o Harry Potter y el misterio de la gorra del Betis)



"Torok el troll", esa pequeña ida de olla escondida entre el batiburrillo ochentero de películas de monigotes pintorescos. En el círculo vicioso de plagios y homenajes ya no sabe uno si fue antes el huevo, la gallina o el troll, pero el caso es que esta película existe con sus marionetas, sus bailes absurdos y su gorra del Betis, y es imprescindible que aparezca en la sección de "Películas destripadas".

La historia es un poco mierdera, no nos engañemos. Un malvado troll aparece en un bloque de pisos y se dedica a convertir a todos los inquilinos en... bosques llenos de minitrolls (olé). Pero un jovenzuelo luchará para desbaratar sus planes con la ayuda de una bruja buena, que oh casualidades de la vida, vive en el piso de arriba. La cosa promete.


La película empieza con la familia Potter, que acaba de mudarse y está metiendo los trastos en casa. Tenemos al hijo, a la hija, a la madre... ¿qué nos falta? Pues un padre, evidentemente. Pero no un padre normal, no señor. El padre es un bético de los pies a la cabeza, y da fe de ello con un sombrerito del Betis que aparece en pantalla prácticamente el mismo tiempo de metraje que el troll que da título a la película. Para rizar el rizo, el nombre del individuo es Harry, así que las sospechas se confirman: Harry Potter es del Betis.

Esta es una de esas cosas por las que merece la pena frotarse los ojos para comprobar si es real.

Tras el impacto que supone la gorrilla er beti que me lleva el artista, pasamos a ver como el troll, un cruel palangana, secuestra a la hija de los Potter y adopta su forma. Ya tiene la tapadera perfecta, es la hija de un bético americano. Tras la transformación, sube a casa y se pone como una cerda comiendo hamburguesas del "Rata burguer". Se supone que el nombre del establecimiento hamburguesísitico es una gracieta del cachondo del padre, pero como no sabemos el nombre de verdad, con ratamburguesa se va a quedar la comida de la niña.


Y ahora es cuando llega una escena que no podría ser más surrealista ni aunque Lars Von Trier la hubiera rodado: la presentación de los frikivecinos que morirán uno a uno. La niña se vuelve loca de lo rica que está la ratamburguesa y echa a correr por todo el edificio. La alarma contra incendios se activa y empieza a dar la murga. El hermano y la madre tratan de capturar a la niña. Y el padre... bueno, el padre sale con su gorra al rellano de la escalera a conocer a los vecinos y recibir golpes. Todo muy digno de ver.


Una vez que pasa todo esto el hermano (o Harry Potter Jr.) empieza sospechar que su hermana no está bien de la chola y la trata con recelo. El troll, que es muy cabrón, se dedica a acojonar al chiquillo quien a estas alturas debemos decir que es el chaval de "La historia Interminable", que se ve que le gusta codearse con criaturicas ochenteras. Los vecinos van cayendo en las redes de Torok uno a uno, transformandose en capullos. Osea, no me malinterpretéis. Capullos son todos en esta película, me refiero a que el troll los pincha con un anillo mágico de caja de cereales y se transforman en una especie de crisálidas, o capullos o pepinos peludos gigantes. Pero el caso es que después hacen pop, y brotan de su interior un montón de plantas y trolls. Y a esos trolls les da por cantar, toma ya.

A este ya se le está poniendo cara de pepino gigante.

El mozuelo se dedica a ver que trama su hermana con tanta visita vecinal intempestiva, y va a parar al piso de la bruja. No sabemos bien el porqué, pero el guionista pensó que una buena forma de iniciar la relación entre el joven y la bruja era el siguiente diálogo:

"- Hola, estoy buscando a mi hermana, ¿está aquí?
 - Pues no, aquí no está.
 - Ah vale, pues... ¿puedo entrar a vomitar a su cuarto de baño?
 - Claro hombre, faltaría más"

Olé, olé y olé. Señoría, nada más que añadir.


El caso es que una vez se alían el chico y la bruja (y la inútil seta que parece que canta y habla pero en realidad es más inútil que un pisapapeles), hay que derrotar al troll con lanzas y otras armas medievales que toda señora tiene en su casa. Pero antes de llegar al desenlace, tenemos que volver a Harry Bético Potter. Al igual que en muchas otras películas, los padres del niño protagonista tienen por regla general no hacerle ni puto caso al vástago hasta que ya es demasiado tarde y se han merendado hasta al cartero. Ésta no es una excepción, así que mientras el muchacho investiga, Harry Potter Senior se pone un discazo de rock y empieza a bailar en el salón como un drogadicto degenerado. Bravo.

Al final todo sale bien para los Potter: no se comen a nadie, la niña es rescatada y la gorra del Betis queda intacta. En cuanto a los vecinos... bueno, a los vecinos que les den.

Mientras se haya salvado la gorrilla del betis, todo lo demás no importa.

Ya sabemos que "Troll 2" ni es segunda parte, ni tiene trolls, ni ná de ná. Pero de algún sitio tenía que venir eso de cascarle un 2 al título con dos cojones y un palito. Esta cinta ochentera es la culpable involuntaria de la gran parida que ya comentamos AQUÍ, pero quien ha visto ambas películas sabe que se parecen tanto entre sí como el Michael Jackson joven y el Michael Jackson adulto. Tendrán el mismo nombre, pero no nos intentes colar que son lo mismo.

Pero resumiendo, si te va el cine ochentero tipo gremlins o critters, esta película no puede faltar en los archivos de tu mente. Y viva er Betis!!

viernes, 6 de diciembre de 2013

El irlandés (The Guard)




Yo no voy a decir que tenga un buen gusto a la hora de elegir películas. Prueba de ello es la sesión de cutrez del mes pasado. Pero creo que sí estoy en condiciones de afirmar que tengo un gusto excelente conmigo mismo a la hora de elegir películas que me van a gustar sin tener información previa. Jamás me he llevado una decepción con una película que realmente tuviera ganas de ver y nunca me he sentido estafado en el cine porque solo voy cuando algo realmente me interesa (y a veces, hasta solito). Y ese fue el caso de "El irlandés". No sé que puñetas tenía el cartel, no sé que vería en el trailer... pero desde el primer momento supe que me iba a encantar. Tuve la intención de ir al cine a verla, pero al final no pudo ser. No obstante, eso acrecentó mi alegría cuando hace unas semanas me encontré por sorpresa con ella en Canal +. No me quedó más remedio que hincarle el diente con mucho gusto.


Durante la cinta seguimos las andanzas de un policía local irlandés, que desempeña sus funciones con cierto relajo pero sin perder detalle de nada. Si añadimos que es un alcohólico y un putero empedernido, la cosa se va animando. Pero llega el día en que tiene que ponerse serio para ayudar a un agente de la CIA a detener a unos traficantes de droga que utilizan el puerto de su ciudad como punto de carga.


Ese humor sutil, esa seriedad a ratos, ese grandioso Brendan Gleeson... Es una película digna de ver, y más si le tienes ganas. Ironía, crítica, comedia y un final abierto para que interpretes lo que quieras (yo me quedo con un final bastante positivo) es lo que nos ofrece "El irlandés". El hecho de que aparezca Liam Cunningham (Davos Seaworth en "Juego de Tronos", mi personaje favorito de la saga CdHyF) me da un punto extra a mí personalmente. Muy recomendable a pesar de la cagada de título español, one more time.

sábado, 30 de noviembre de 2013

Fin del II ciclo terror

Y hasta aquí el II Ciclo de Terror del blog. Soy consciente de que se me ha ido la olla y me he metido en unos fregaos de cine cutre que no venían a cuento, pero no lo puedo resistir. Se me han quedado mil cosas en el tintero, pero ya habrá tiempo de seguir con ellas dentro de un año en el III Ciclo de Terror de Kill Films. Porque otra cosa no, pero eso sí lo puedo garantizar.

Y ojo, a primeros de año va a haber un notición, especialmente interesante para los que sois fan de entradas tipo "Tiburón Fantasma""Pirañaconda" o "Al filo del infierno". No sé que tiene el cine cutre, pero según las estadísticas del blog se ve que os encanta.

Sharknado



Lo prometido es deuda, y aquí traigo un sharknado calentito, calentito. La concepción de la película en sí se
puede resumir en dos palabras: puta locura. El cine de ciencia ficción y terror baratuzo hace tiempo que se nos fue de las manos, así que hoy en día es difícil sorprenderse con alguna historia que se saque de la manga Syfy, Asylum o Troma. Por lo visto esta cagarruta llegó a un público más amplio en EE.UU vaya usted a saber porqué, y pegó el pelotazo. A mí sinceramente me parece una mierda como la copa de un pino, incluso para tratarse de cine cutre. Creo que "Tiburón fantasma" le da cien patadas en la boca a "Sharknado", pero para gustos los colores. 


El caso es que por arte de birlibirloque, un supertornado absorbe a un buen puñado de tiburones del océano y los empieza a soltar en California cual dama de honor imberbe arrojando pétalos de flores en una boda. Seguiremos las andanzas de un grupito de tontuzos que tratan de huir del desastre, veremos escenas memorables por su desproporción y tendremos que soportar la futura segunda parte ya confirmada de esta cagarruta.


No he destripado esta película a pesar de que el cuerpo me lo pedía, porque creo que si se puede salvar algo es el no saber por donde coño te va a salir un tiburón. Mejor que lo descubráis solitos, que ya sois niños grandes.

viernes, 29 de noviembre de 2013

Posesión infernal

En el género del terror uno se puede encontrar cualquier cosa, sí, con casi cualquiera. Todas las armas son pocas para aterrar a un espectador cada vez más difícil de sorprender. Es precisamente eso lo que le añade el punto, lo que hace que a pesar de haber visto sufrir y morir de mil maneras, y haber pegado algún que otro respingo en la butaca, una sigue atraída por el género.

En esta búsqueda de subida de adrenalina, me decidí a probar suerte y darle la oportunidad a Posesión infernal, el remake de Evil dead.


Y sí, sabía a lo que venía. Que cuando una escoge un título así no espera una gran trama o profundas reflexiones. Que lo que buscaba era carnaza. Por esto, y porque en las pelis de terror me vuelvo más benévola, el resultado dio para merecer un hueco en el ciclo de terror de Kill Films. 

El background no puede sonar más a tópico: un grupo de jóvenes en una cabaña del campo, alejados de la civilización y rodeados de fenómenos metereológicos inoportunos. Un sótano en el que algo horrible ocurrió en el pasado, un libro maligno para invocar demonios y de plato estrella...¡posesión infernal!


Precisamente, como poco más hay que contar, prefiero hacer una especie de balanza y ya cada uno que decida.

Sus fuertes: si te gustan las escenas desagradables hasta el extremo es tu peli. Están muy conseguidas, con unos efectos bastante trabajados que las hacen sorprendentes y de fuerte impacto.

Sus debilidades: el argumento no se sostiene por ningún lado (tal como cabía esperar). Además, y sin tener ni idea de medicina, la capacidad que tienen los personajes para encajar lesiones antes de morir los sitúa al nivel de semidioses. (Y no me vengas con acusaciones de spoiler, que sabes que en una peli así alguien va a morir fijo).


Como ya me quedo con la conciencia tranquila, me despido. Que aunque hable fríamente sobre el sufrimiento de los pobres jóvenes una tiene su integridad y no me perdonaría haceros perder el tiempo. 
Hala, ¡a pasar un mal rato!

jueves, 28 de noviembre de 2013

Trilogía Evil Dead. Autoremakes, autospin-off y locuras cronológicas.


Ya he dicho en muchas ocasiones que cuando una película ochentera se convierte en saga acaba degenerando en una sarta de memeces cómicas que rozan el ridículo, pero el caso de "Evil Dead" es un triunfo excepcional que viene a confirmar la regla. Siendo sinceros, la saga es un caos cronológico y los efectos especiales son puro stop motion artesanal y unas marionetas muy curradas, pero todo ese disparate con unos toques humorísticos bien puestos dan como resultado un producto bastante potable que se ha llegado a convertir en serie de culto. En mi modesta opinión... hay momentos demasiado cansinos en las tres películas y las incongruencias en la cronología de la historia (si bien estuvieron motivadas por problemas con las distribuidoras de una cinta a la siguiente) me enervan sobremanera. Aún así, es una serie de películas dignas de ver.


Empezamos con "Evil Dead", la historia de Ash y sus amigos, que un buen día deciden ir a una cabaña en mitad del bosque a pasar unos días. Encuentran un libro muy extraño en el sótano, que resulta ser el portal que conecta el mundo de los vivos con una dimensión demoníaca. Los amigos de Ash irán siendo poseídos uno a uno y Ash... se los tendrá que ir cargando. Es la película más seria de las tres, pero no por ello deja de tener sus toques de comedia. Porque los demonios de Sam Raimi siempre son muy cachondos.


La saga continúa con "Evil Dead II", que en España pasó a llamarse con el título vomitivo y aberrante de "Terroríficamente muertos", como no podía ser de otra forma. Al principio de la película nos hacen un resumen de la primera entrega para situarnos pero... espera un momento. ¿Y los amigos de Ash? ¿Dónde coño se han metido? Y es que aquí viene el primer problema en la solidez de esta saga. El director quería empezar la cinta con escenas del primer Evil Dead, pero la antigua distribuidora dijo que nanai. Lo mejor que se le ocurrió a Sam Raimi fue volver a rodar una versión de 5 minutos que resumiera lo que pasó en la primera parte, pero prescindiendo de todos los actores salvo Ash y su novia. Y lo que nos queda es un psudo remake dentro de la saga, en la que se hace borrón y cuenta nueva con algunos conceptos introducidos en la primera entrega. Y a mí esto me molesta mucho, porque la solución era tan simple como continuar donde lo dejamos, porque pienso que la sola presencia de Bruce Campbell es suficiente nexo de unión entre las dos películas.


Pero volviendo a la historia, esta vez Ash está solo contra los demonios que le atormentan. Llega a tal punto que tiene que cortarse una mano infectada por ellos, pero la sustituye eficazmente por una motosierra. Mientras tanto llega a la cabaña la hija del dueño, el historiador que descubrió el libro maldito, el Necronomicón. Tras otra serie de posesiones en un tono más divertido que la anterior película, los demonios son mandados a paseo mediante un portal creado por una invocación del Necronomicón. Lo malo es que Ash es absorbido también y va a parar a la Inglaterra del siglo XIV.


Y llega la tercera parte, que además de volver a empezar autoremakeandose utilizando a otra actriz para hacer de novia de Ash en el resumen de la segunda parte (porque la primera definitivamente hacen como si no hubiera existido), se puede considerar casi spin-off de lo anterior, si bien seguimos las aventuras de Ash. Pero tanta es la locura y el despropósito, que en esta ocasión la película pasa a llamarse "El ejército de las tinieblas" y Evil Dead III queda relegado a un triste subtítulo. Esto parece una tontería, pero el caso es que ahora que se está hablando de una continuación a la saga, nadie se aclara en como llamarla, si "Evil dead IV" o "El ejército de las tinieblas 2", y no digamos ya saber en qué época se ambienta. Porque esta película, además de ser descaradamente una comedia y tener el mejor manejo de marionetas y stop motion que jamás haya visto (porque los esqueletos interactúan con Ash como si fueran personas) es una aventura medieval en la que al final, Ash es devuelto a su época para seguir combatiendo demonios. O no, porque para rizar el rizo, "El ejercito de las tinieblas" tiene un final alternativo (que en realidad es el original planeado por Raimi) en el que Ash viaja a un futuro post apocalíptico. Así que si la saga continúa... ¿qué hacemos? ¿Nos quedamos en el presente, volvemos al pasado o viajamos al futuro? Es un puto lío, hay que reconocerlo.

Pese a todo, el recuerdo que "Evil Dead" me deja es agradable. Valoro el esfuerzo técnico desplegado para obtener un resultado más que decente. No sé si es necesario o no hacer una continuación, pero hoy por hoy todo apunta a que así será. Es más, Sam Raimi ya se ha subido al carro y quiere dirigir esa nueva entrega.

"Evil Dead" ha cuajado tanto en los amantes de este tipo de cine, que ha sacado videojuegos, cómics y hasta tiene su propio musical (con versión española incluída), pero hay una cosa en esa avalancha de productos que desprecio con todo mi corazón. El jodido remake que se ha estrenado este año.

Cuando algo no está roto, no hay porque arreglarlo. Y es lo que pasa con los remakes innecesarios, que me molestan muchísimo. Existiendo ya la genial y digna de culto trilogía de Sam Raimi... ¿qué maldita necesidad había de volver a hacer la misma película con un par de mínimos cambios argumentales y unos efectos especiales de hoy en día? Ninguna. Y menos cuando se habla de continuar la saga original. No obstante, parece que todo ha ido bien, y las dos sagas (puesto que el remake ya está trabajando en una secuela) van a seguir caminos distintos. Del remake "Posesión Infernal" hablará Soulie en otro post, que con lo que os he contado aquí sobre la trilogía original creo que es suficiente.

viernes, 22 de noviembre de 2013

The collector



Cuando se estrena una saga de películas de terror con pinta apetecible siempre me hace ilusión. Hacía un tiempo que estaba escuchando hablar muy bien de "The collector", y ahora que se ha estrenado en España la segunda parte (aunque a saber en qué cine, porque yo no la encuentro) he decidido darle una oportunidad. Y me ha decepcionado, para que mentir.


La historia es como sigue: un ladrón entra en la casa de la familia para la que trabaja, pero no se encuentra solo como él pensaba. La familia no solo no se ha ido de vacaciones, sino que está secuestrada por un psicópata que los tortura hasta la muerte y plaga la casa de trampas para que nadie escape. Y por si fuera poco, siempre deja viva a una de sus víctimas, pero con el único propósito de meterla en un baúl y añadirla a su colección privada.


Que sí, que es una película aceptable, pero esperaba mucho más. El único aliciente de la cinta es el coleccionista en sí mismo, aunque tengo que reconocer que me he quedado con ganas de saber como continúa la historia. Pensaba que esto sería una digna sucesora de "Saw", pero mucho tiene que subir la calidad en futuras entregas para que la saga se consolide. crucemos los dedos para que así sea.

jueves, 21 de noviembre de 2013

Monsturd, el ataque de la montaña de mierda



En el cine de terror cutre es bastante normal que aparezcan montruos pintorescos que suelen rozar lo ridículo. También es bastante normal que los denominemos monstruos de mierda. es más, en este blog hemos creado la sección "Monstruos mierder". Pero llega un momento en la vida en que lo que el cine cutre nos ofrece supera con creces nuestras expectativas. Un monstruo de mierda LITERALMENTE.


Con unos actores aficionados, unas escenas grabadas con una cámara doméstica, unos decorados más vacíos que el bolsillo de Nicolas Cage y unos chistes de patio de colegio, nos encontramos esta joya perdida de 2003 en la que un asesino sin pinta de asesino huye de la cárcel, pero un accidente químico le convierte en un monstruo hecho de mierda. De caca. De heces. Que es un mojón gigante, vaya.


Como me siento generoso y este tipo de mierda debe compartirse, AQUÍ os dejo la película completa que está disponible en youtube.

De verdad, prometo que esta es la última película cutre que os cuelo en este ciclo de terror. Estoy pensando seriamente en hacer un spin-off del blog dedicado solo a cine cutre. ¿Algún voto a favor?

martes, 19 de noviembre de 2013

Troll 2


A los amantes del cine cutre nos han vendido esta mierda como la mejor peor película de la historia y debo decir que para nada estoy de acuerdo. Es tremendamente absurda, sin duda, pero ni de puta casualidad es la peor película que hay por ahí circulando. Por no ir demasiado lejos, "Al filo del infierno" es una bazofia aún peor que "Troll 2", porque ésta al menos es tolerable y tiene un argumento medianamente coherente. Está mal hecha, muy mal, pero es de esas pelis cutres que tienen algo en el fondo, y cuya propia cutrez produce risa y no ganas de suicidarse. Así que vamos al destripe, que hoy hay mucha mandanga:

La historia empieza en plan "La princesa prometida", con un abuelo contándole una historia a su nieto. El matiz diferente es que el nieto es un puto zumbado que está hablando con el fantasma de su abuelo muerto, que aún siendo un espectro no deja de ser un cabrón, porque el cuento que está narrando trata de como un pastorcillo gilipollas es merendado por goblins. Sí, goblins, no los trolls. Porque nada más empezar a ver "Troll 2", nos damos cuenta de que no solo el 2 está mal en el título (ya que esta mierda no es segunda parte de nada; si acaso una secuela apócrifa de "Torok, el troll"), sino que lo de troll también es mentira. Nos vamos a tirar 90 minutos hablando de los goblins y no veremos ni un pelo de culo de troll.

Aquí tenemos al locainas del niño protagonista, que al menos
es el único pseudoactor que se toma medio en serio su trabajo mierdero.

El caso es que el cuento del abuelo habla de un menda que va por el bosque, de repente se encuentra con unos enanos disfrazados de Dios sabe que, más conocidos como los famosos goblins, y huye como una locaza por el bosque, hasta que tropieza y va a tomar por culo al suelo. La escena de la caída es probablemente lo más lamentablemente rodado que haya visto jamás en una película. Es digna de ver. Pero el caso es que mientras el chorbo está tirado en el suelo, aparece una mocita con pecas (pintadas con rotulador) y le ofrece un potingue verde para que sane de sus heridas... ¡¡¡y el muy imbécil se lo toma!!! Pero, ay caramba, la chica resulta ser un goblins disfrazado y la guarrerida verde transforma el tontuzo en una pasta vegetal que se comen los enanos. Fin del cuento.

Una muestra de lo bien hechos que están los goblins, con sus caras de latex.

Antes de continuar, hay que hacer una pausa obligada para presentar a la estrella del show. Ya sabéis que los goblins en esta película son enanos con caretas con más o menos gracia. Nos quieren hacer creer que hay cientos de ellos, pero no hay más de siete u ocho caretas para los respectivos enanos. Unas tienen más expresividad y otras menos, pero hay una que destaca por encima del resto. Os hablo del goblin cataléptico de ojos saltones:

Aquí está persiguiendo cenutrios por el bosque

Aquí está dando puchero verde a los chiquillos

Aquí está aguantando la mirada cual villano maligno.

Volviendo a la película, nos habíamos dejado al chaval traumatizado con las historias de su difunto e hijoputa abuelo. La madre entra al cuarto a ver que cojones pasa y para demostrarnos que tiene el talento interpretativo en el mismísimo ojal. Es la peor actriz de toda la película, si bien las otras dos chicas que aparecen son también lamentables a su modo, pero juegan en ligas distintas. Total, que nos enteramos de que al día siguiente la familia se va de vacaciones a un pueblo de mierda en el culo del mundo, a vivir como granjeros. ¡Vacacionacas!

El viaje en coche desde la casa hasta el pueblo de Nilbog (nilbog... nilbog... ¡hostias, si es goblin al revés!) es más perjudicial que consumir drogas. Para empezar, el chaval tiene un sueño verdoso con los goblins de plástico y empieza a sudar tinta por los cuatro costados, amén de crecerle ramitas por la punta de los dedos.

Verde, que te quiero verdeeeeee. Olé.

Pero si hay algo más psicotrópico dentro del coche, es la puta canción que obliga la madre a cantar a todos los pasajeros. Para que veamos lo superbien que se lo están pasando:



Espeluznante, ¿a que sí? Pues mientras esta happy family llega a Nilbog, el novio de la hermana y sus colegas han decidido ir también a tan pintoresco y mugriento pueblo, para darle una sorpresa a la chavala. Acampan en el bosque cercano y se dedican a ver una película de un mono que vuela mientras le sale humo del culo. Es como un vórtice casposo en el que en una película cutre están viendo una cinta más mierdera aún. Alucinante. El caso es que uno de los colegas, el gafas, decide salir a dar una vueltecica por los alrededores a ver si liga o algo. Y vaya si lo hace, porque se encuentra con una muchacha con la ropa medio rasgada que huye de los goblins. Él, muy incrédulo al principio ante la terrible amenaza que suponen unos monstruos de medio metro armados con palos, va a defenderla cual caballero andante, pero pasa lo siguiente:


Tras ese lanzamiento de pértiga que riéte tú de los JJ.OO., los dos chicos huyen hasta un edificio en busca de ayuda. Pero qué mala suerte, dentro vive una loca del coño. Así, tal cual. No se me ocurre otra forma de describirla. Y para colmo, en lugar de ayudar a los pobres incautos, los tranforma en pastuza verde para dar de comer a sus criaturitas.

Además de loca del coño, es la reina de los goblins.

El gafas va a sufrir algo más, porque la bruja lo petrifica y transforma en planta mientras ve como los goblins devoran a su ligue. Y esto da pie a la escena más memorable de la película y tal vez del cine cutre. La escena del "oh my God":



Por si no os habéis fijado, mientras el gafas está gritando sin ningunas ganas que va a morir, una mosca se le posa en la frente. ¿Para qué repetir la escena? Total, ya lo tenemos todo: una interpretación grotesca y una mosca boñiguera en plano.

Oh my goooooooooooooooooooooooosssssssssssssssssssssss

Mientras pasa toda esta mierda, la familia ya se ha instalado en la casa de intercambio y los dueños les han dejado un apetitoso banquete verdoso. Por lo visto a los padres y a la hermana les resulta algo natural que toda la jodida comida esté untada en mierda y se disponen a comer, pero el niño loco vuelve a ver a su abuelo muerto y éste le dice que como se coman eso, se van a convertir en la lasaña de la que se alimentan los goblins. Entonces el mágico abuelo congela el tiempo 30 segundos (PERO QUÉ???) y el locainas tiene que trazar rápidamente un plan para que su familia no coma de eso que hay en la mesa. Rápido niño, el tiempo se acaba, ¿qué vas a hacer? ¿Qué vas a hacer maldita sea? Pues el mejor plan que se le ocurre al chaval es... sacarse el nabo y mearse en toda la comida. Con dos cojones y un palito, sí señor. Y claro, se gana un castigo. Pero al menos sus padres están a salvo.

Yo no quería, pero era la única opción.

"No puedes mearte en la hospitalidad" (frase textual de la película)

Ya nos vamos dando cuenta de que estamos en una familia de enfermos mentales, pero para confirmarlo tenemos en video el baile de función escolar demoníaca de la hermana momentos antes de que el abuelito se le aparezca a ella también:


Digno de un psiquiátrico. Pero volvamos a donde la bruja loca del coño. Uno de los amigos ha intentado rescatar al gafas después de ir a comprar leche a la tienda del pueblo, donde un viejo intenta acojonarlo poniendo cara de malote sin mucho éxito. Pero claro, a la hora del rescate no contaba con que la tía ésta tiene una fuerza sobrehumana y lo manda a dormir de un guantazo. Literalmente. Lo acuesta en una cama de un tortazo. Y después de eso, hace una tarta verde con un aspecto vomitivo y se la lleva a sus nuevos vecinos.

Me maquillo con la escopeta de homer simpson y hago tartas de cartón.

Esta vez tampoco se comen la tarta vaya usted a saber porque. Mientras tanto, el niño alucinado se cuela en la iglesia del pueblo y ve cómo todos los habitantes de Nilbog realizan su culto con un predicador y rechazan todo producto cárnico en su alimentación. El chico es descubierto y los goblins quieren hacerle comer helado verde por la fuerza, pero menos mal que el padre entra en su rescate. El muy pachorro estaba en la entrada de la iglesia leyendo un libro sobre como cocinar verduras, todo muy normal. Los goblins pueblerinos se disculpan montando un fiestón paleto en la casa de los recién llegados, a ver si se comen de una jodida vez el potingue verde.

Pero nada, que no, esta vez tampoco cuela. El abuelo cabrón se aparece una vez más, y le dice al niño que queme cosas. Como por ejemplo al predicador goblin. Y el chaval, que es muy obediente, va con su cóctel molotov en mano a cumplir los deseos del abuelito. El predicador empieza a arder y se destapa el pastel goblin. Estas son las caras de los padres al enterarse de que el niño no estaba tan pirado después de todo:


Mientras la familia está ocupada machacando goblins cutremente, volvemos a la caravana de los colegas, donde aún queda uno con vida, solo, triste y aburrido en mitad del bosque. La bruja se convierte en buenorra por el poder de una piedra celta, y se le aparece al muchacho por la tele con una modificación de la clásica música de striptease (no vaya a ser que tengamos que pagar derechos en una bazofia como esta). Nos encontramos ante la escena erótica más ridícula del celuloide, porque para hacer una metáfora de lo calentorro que está el muchacho, la loca del coño aparece con una mazorca de maíz y un saco de sobreactuación. Y claro, ya empezamos con el uy que calor hace, que me estoy sofocando y... pop, palomitas empiezan a brotar por doquier. La habitación se empieza a inundar mientras vemos descaradamente que hay gente lanzando las palomitas desde detrás de la cámara. Y otro muerto a la saca.


Cuando haces pop, ya no hay stop.

El abuelo aparece y desaparece cuando le sale de los cojones hasta que decide que ya no puede hacerlo más. Pero aún así, después de reunirse toda la familia para invocarlo, vuelve de ultratumba por última vez para ayudar a su nieto a destruír de una vez por todas a los goblins. ¿Cómo? ¿Con un conjuro infalible? ¿Con una escopeta? ¿Con más cócteles molotov? Pues no, es con un bocata de embutido hombre, ¿con qué iba a ser si no?

El poder del choped acabará con vosotros, gorrinos.

Nooooooo, grasas trans.

Después de amenazar a los goblins con el bocata mortífero, el niño destruye la piedra que da el poder a la reina goblin y la deja de esta guisa:

A freír espárragos al infierno de las histéricas, señora.

Y cuando creemos que todo ha acabado, que la familia está sana y salva en casa... zasca, los goblins reaparecen y se zampan a la madre mientras se da una ducha, dejando el cuarto de baño echo una pena, la verdad. Y ahí termina la película, con el director quedándose muy agusto por el zurullo que acaba de echar.

No es la peor película de la historia, porque tiene tantas locuras a las que agarrarse que funciona como comedia de puta madre, pero los responsables de la misma nos la han querido colar así por tal de sacar tajada. Y vaya si lo han hecho. Existe numeroso merchandising de la película, ediciones especiales hasta en blu ray e incluso se rodó un documental sobre "Troll 2" titulado "La mejor peor película" (rodado por el actor que hace de padre y otro par de mataos más). Total, que para bien o para mal, "Troll 2" es algo que todo buen cinéfilo debe conocer.