viernes, 12 de octubre de 2012

Nunca digas nunca jamás


Esto era totalmente innecesario, y Sean connery lo sabía. No solo vuelve a ser James Bond mientras Roger Moore estaba rodando "Octopussy", sino que no cuenta con nadie del reparto original y para colmo... es la misma historia que "Operación Trueno". No sé si es que tenía envidia de Roger Moore o qué, pero es gana de joder el invento. Ya tuvo su momento y no viene a cuento de nada esta película. Ahora bien, una vez que está hecho el desatre, podemos analizarlo.

Siendo sinceros, la historia mejora la original. Si no fuera extraoficialy basada en una película existente, podría haber sido un a buena continuación, con un James Bond envejecido y algo achacoso. Si por un momento dejamos de pensar en la existencia de "Operación Trueno" y en el resto de películas de Bond interpretadas por otros actores, sería un más que buen cierre a las historias de 007. Pero no es eso lo que decidieron los productores. Decidieron darle continuidad al personaje utilizando nuevos actores cuando la situación lo necesitara, tanto para Bond como para los secundarios.

Que conste que aparecen grandes actores, incluyendo a Connery. Aparece Kim Basinger como Domino y Rowan Atkinson, más conocido como M.r Bean (quien años más tarde rodaría Johnny English, clara parodia de James Bond)

No es mala película, pero dentro del contexto Bond es prescindible e incluso reprochable. Pero para los curiosos, para los fans de Bond o los muy muy cinéfilos, ahí está para quien se atreva. El título es una frase que dijo la mujer de Connery cuando éste le prometió no volver a interpretar a Bond tras estrenar "Diamantes para la eternidad". Y ya hemos visto que no ha cumplido su palabra. Yo me lo tomo todo como una parodia-homenaje- crisis de edad de Connery, y así no me cabreo ni le pierdo el respeto, porque es uno de los actores que me gustan.



VALORACIÓN: Inclasificable



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