Nos encontramos frente a una película que se llevó el Oscar a los mejores efectos especiales, y puede que sea de lo poco salvable de la cinta. Desde el minuto 1 ya nos damos cuenta de que vamos a ver un cutrerío que nada tiene que ver con "Goldfinger" simplemente por la existencia de la mochila voladora. Que conste que en sus tiempos seguro que fue la leche, pero hoy en día queda raro. Ojo, que no digo que lo cutre sea un punto en contra de las pelis antiguas de bond, todo lo contrario, a mí me encanta. Pero es una advertencia para que nadie se asuste. Lo malo de la película es que el director de las dos primeras entregas retoma su asiento para conducir a Connery en esta nueva aventura de 007 y, lamentablemente, se nota.
En esta ocasión, Bond descubre un complot para robar dos bombas atómicas mientras está de vacaciones, porque él es así de eficiente. Es entonces cuando tratará de localizar el armamento robado, enfrentándose al número 2 de la prganización SPECTRA. No faltarán las peleas, las persecuciones, las partidas de poker, los martinis con vodka y las chicas semidesnudas.
No es que esté mal, ya os digo que el tiempo no perdona, pero el ritmo es asombrosamente pesado y le falta ese puntito que tienen otras películas. Su predecesora dejó el listón demasiado alto y eso le pasa factura a esta película. La valoración estaría entre una licencia para matar y un tercer pezón, así que estoy indeciso con la nota que darle. Lo suyo sería un pezón para matar, pero como eso no existe y me siento generoso, dejemoslo en que es una película aceptable pero mejorable. Y como siempre, jugad vosotros mismos.
Como dato, sabed que el tema principal de la película lo canta Tom Jones. Además, es la primera vez en que es el propio Sean Connery quien aparece como silueta en los créditos iniciales. Hasta este momento, era un especialista quien lo había hecho en las tres películas anteriores.
VALORACIÓN 007: Pezón para matar, digo... Licencia para matar
No hay comentarios:
Publicar un comentario