22 días, 22 películas Bond. Ha sido una dura tarea y la cabeza ha estado a punto de hacerme catacroker, pero... misión cumplida. Hoy se estrena en Londres Skyfall, la película número 23 del agente 007. A España tardará algo más en llegar, el 31 de este mes, pero no dudéis que iré a verla y le dedicaré la entrada que se merece en cuanto sea posible.
A lo largo del ciclo hemos visto a seis James Bond, cada uno con sus luces y sus sombras (aunque la sombra de Lazenby es alargada, oscura y rural). No es ningún secreto que tengo predilección por Roger Moore, porque para mí, el concepto de James Bond es eso, un guapete salidorro con humor casi insultante. Aunque es cierto que al adaptar Bond a nuestros tiempos, Daniel Craig se sale.
Con el paso de los años, las películas han ido suavizando ese machismo obscenamente desproporcionado, que tal vez en los inicios del personaje estaba casi justificado por la mentalidad de aquellos tiempos, pero que gracias a dios a ido desapareciendo. Un Bond hoy en día idéntico al de 1962 sería cuanto menos ridículo. Así mismo, han ido ganando profundidad y continuidad en los argumentos, pasando del más puro absurdo a historias relativamente creíbles. Vamos por el buen camino.
Y tranquilos, las películas Bond han terminado, pero el ciclo continuará unos cuantos días más.
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