En su momento me llevé una grata sorpresa con esta película, y aprovechando que ayer la revisioné en La Sexta 3, que menos que dedicarle una entrada ahora que la tengo fresca.
A lo largo de la cinta se nos cuentan cuatro breves historias que tienen lugar en la noche de Halloween, entrelazadas entre sí. El nexo de unión parece ser un pequeño personaje que deambula por las calles, con un saco en la cabeza y devorando chucherías.
El principal rasgo que cabe destacar aquí es la corta duración del metraje, cosa que se agradece cuando se trata de películas de terror. No perdemos tiempo en presentar personajes ni en narrar sus vidas, el porqué viven donde viven o son como son. ¿A quién coño le importa eso cuando al final la mitad acaban triturados, aplastados, desmembrados, destripados u otras lindezas parecidas? A nadie. Y gracias a Dios, los responsables de la película fueron conscientes de ello ahorrandonos escenas aburridas.
En un momento dado, uno empieza a sospechar que está viendo un capítulo de "True Blood", porque una de las cuatro historias la protagoniza Anna Paquin. Luego empiezan a salir tetas y sangre y se confirma la teoría. Nunca he visto esa serie, pero por los anuncios tengo asumido que el concepto es ese. Pero eso es solamente un deja vù temporal, nada de lo que preocuparse.
Cuatro historias muy bien hiladas que entretienen sin más. No es una película que permanecerá en el recuerdo durante mucho tiempo después de verla pero vuelvo a repetir lo de siempre, en este tipo de películas lo principal es que cumplan lo que prometen. Y esta lo hace. El personajillo enmascarado podría llegar a cuajar en el mundillo del terror si hacen un par de secuelas, cosa nada descartable.
VALORACIÓN: Buena
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