Prometí ofrecer como mínimo un par de entradas a las sagas de terror ochenteras, y lo pienso cumplir. Pero no puedo olvidarme de la única saga de los tiempos actuales digna de entrar en la historia del terror (también existe Paranormal Activity, pero en fin... sin comentarios). Así que vamos al lío. Empieza el juego (soy original ¿eh?)
No pretendo destripar el argumento, ya completamente cerrado con las siete entregas que existen, por respeto a aquellos que no hayan visto esta serie de películas. Es más, el argumento en sí es lo único realmente bueno, porque desmembramientos, torturas y asesinatos hay hasta en el telediario hoy en día. Basta con decir que un misterioso personaje llamado Puzzle se dedica a secuestrar personas para colocarlas en su macabro juego, que consiste en una serie de pruebas para expiar los pecados del susodicho rehén si es que éste tiene realmente ganas de sobrevivir.
Los giros en la trama y la forma en que todo está perfectamente hilado son los principales alicientes para considerar que estamos antes una saga sólida. Como películas individuales hay que reconocer que no terminan de funcionar, pero como conjunto son casi geniales. Si hacemos una abstracción ahora que la historia se ha completado, podemos considerarla como una miniserie de terror.
Lo dicho, que es una historia que ha cuajado. El muñequito que utiliza Puzzle para grabar sus mensajes ya tiene un hueco entre la mitología de los personajes más tétricos del cine. Y esto es algo digno de mención, porque en los últimos años las películas de "terror" han ido surgiendo de la nada como setas venenosas, dando más vergüenza y retortijones mentales que miedo. Esta no es una saga que te hará dejar una luz encendida por las noches, pero cumple su función muy bien, que es entretener de forma asquerosa.
VALORACIÓN: Buena
No hay comentarios:
Publicar un comentario