Esto no es apto para todos los públicos, si bien es soportable hasta los últimos 5 o 10 minutos más o menos. No obstante, para que nadie me llame enfermo o degenerado, vamos a estrenar la sección "asquerosidades varias" en la que advierto de que visionar determinadas películas puede acarrear serios traumas psicológicos a las mentes poco curtidas en las repugnancias que ofrece el cine de vez en cuando. Y no me refiero a ver zombis o muertes sangrientas, eso te lo encuentras hasta en los lunnis si te despistas. Me refiero a cosas que te dejan mal cuerpo de verdad, como es este caso.
La película, que participó en el festival de Sitges del año pasado y se llevó muy buenas críticas (y con razón) nos cuenta la historia de una familia que de cara al público parece perfecta, pero en la intimidad guardan secretos bastante oscuros. Pero aparte de los traumas que ya llevan encima de por sí, el cabeza de familia captura a una mujer salvaje en el bosque con objeto de reeducarla, desencadenando una serie de catastróficas desdichas, como se suele decir.
Uno de mis mantras en el cine es: "si sabes a lo que vas, no te decepcionarás". Aquí vas en busca de asquerosidades visuales, escenas algo gore y un final que te impacte y lo encuentras. ¿Es una película que recomendaría a un desconocido? No, si no quiero que me encierren. Pero a un servidor le gusta ver de casi todo y estas basurillas molan de vez en cuando. Así que no, no estoy loco porque soy consciente de lo desagradable que es, pero no por ello voy a dejar de ver este tipo de cine. Si os digo que mi próximo plan dentro de este estilo es "El ciempiés humano", pues apaga y vámonos, ¿no?
VALORACIÓN: Buena (dejando claro que va a lo que va, claro)
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