lunes, 24 de febrero de 2014
La invasión de los ladrones de cuerpos
Partiremos de la base de que la película es de 1956, por lo que los tiempos de la bomba atómica estaban frescos, pero ya era hora de fliparse algo menos con el tema. En esta película tenemos todos elementos de la ciencia ficción chorra, combinados a la perfección: un protagonista al que nadie cree, unos invasores extraterrestres que además de ser malignos son lechugas, golpes de trompeta para dar énfasis a las situaciones tensas y unas teorías científicas de patio de colegio para explicar fenómenos misteriosos. Todo es culpa del átomo, amigos.
No quiero destripar mucho más de la trama, así que apenas daré unas pinceladas de sinopsis. El doctor de un pueblecito norteamericano vuelve apresuradamente de un congreso médico porque su secretaria le dice que tiene una cola de pacientes kilométrica. Cuando el doctor llega al pueblo, descubre que hay una especie de histeria colectiva en la que la mitad de los ciudadanos sospecha que la otra mitad son impostores. Junto con el amor de su infancia, el doctor tratará de resolver el misterio, pero acabarán metiéndose en un fregado intergaláctico con guisantes suplantadores de identidad interestelares.
Esta película da para una entrada de la sección "Películas destripadas" más que de sobra, pero por eso de que estamos comentando un festival de cine voy a guardar las formas. Con más remakes que pulgas tiene un galgo, esta historia la hemos visto cientos de veces, ya sea con Donald Sutherland o Nicole Kidman. Y unas veces acaba bien, y otras mal. si queréis saber si esta es de las buenas o de las malas, no os queda otra que verla.
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