En la segunda película de la trilogía del dólar, rodada en 1965, apenas un año después de la inicial "Por un puñado de dólares" volvemos a encontrarnos un western clásico, solo que en esta vez está aderezado con más personajes y la historia es algo más compleja. El número de escenarios aumenta, pero el tono y la música mantienen el inconfundible estilo Leone-Morricone.
Se puede considerar una continuación de "Por un puñado de dólares", porque si bien no hay una referencia explícita a los personajes anteriores, Clin Eastwood interpreta al "Manco" (su personaje quedó herido en "Por un puñado de dólares" en una mano), lleva el mismo poncho verde y, que demonios, el verdadero título en italiano es "Por unos dólares más". No creo que haga falta ser miembro de la academia del cine para saber que esta película transcurre un tiempo después que la anterior continuando con las aventuras del "Manco". Pero en esta ocasión el protagonismo se lo reparten tanto Eastwood con Lee Van Cleef, otro de los rostros reconocibles del western, siempre con su bigote y su traje y sombreros negros.
En esta ocasión, los protagonistas son un par de cazarrecompensas solitarios, que aunan fuerzas para dar caza a "El Indio", un peligroso y sanguinario forajido recién fugado de prisión que pretende dar un gran golpe al banco del pueblo en que se encuentran. Dicho pueblo es, como no, El Paso, otro de los lugares que muchos piensan si hablamos de películas del oeste. Es casi como pensar en leche si te dicen galletas, o
"- ¿Algún problema, muchacho?
- Nada viejo, que no me salía la cuenta. Ahora está bien"
VALORACIÓN: Buena
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