domingo, 5 de agosto de 2012

Kill Bill






















Era de esperar que la primera película en ser tratada en este blog fuera esta. Como la mayoría sabrá, la película se estrenó en dos partes (volumen 1 y volumen 2), cosa que no fue capricho de Tarantino. Más bien fue idea de los distribuidores, que consideraron que una película de cuatro horazas era demasiada tela para que los no tarantinianos se atrevieran a ir al cine. No obstante, en Japón (y no sé si en algún otro sitio) se estrenó Kill Bill: The whole blood affair, que básicamente fue una proyección sin cortes de las dos películas, junto algún que otro detalle como por ejemplo la renovación de la escena en blanco y negro del restaurante, mostrando los chorros de sangre en todo su rojizo esplendor. Lo que debe quedar claro es que no puede verse una película sin la otra, ya que juntas conforman un todo espectacular.


La escena más famosa probablemente sea la del citado restaurante, que se puede ver en la imagen superior. Yo mismo no pude resistirme a comprar un cuadro con ese mismo fotograma en una visita a Londres y desde entonces adorna mi habitación desde un lugar preferente. La historia se centra en la sed de venganza de "la novia", una mujer a la que un escuadrón de asesinos le dio una paliza teóricamente mortal el día de su boda. Kill Bill significa "matar a Bill", pero también significa "saldar la cuenta". Un doble sentido que viene al pelo. No voy a dar más datos sobre la película, porque quien la haya visto no los necesita, y a quien no lo haya hecho le voy a convencer de que la vea por otros caminos. Es una sensación tan especial el ir descubriendo como avanza la historia y ver como se revelan los puntos clave que no me atrevo a escribir más de la cuenta.



La historia se divide en una serie de capítulos, muy del estilo de Tarantino. Cada uno cuenta un pequeño pedacito de la trama, que por sí mismo ya es una joya. Respecto a los actores, me quito el sombrero. No hay ninguno que no borde su papel. Y eso en las películas de Tarantino es muy importante, ya que los diálogos uno de los pilares fundamentales en los que se sustenta todo. Uno puede pasarse veinte minutos viendo a varios personajes hablar y creer que han pasado tres. Pero por supuesto, el mejor argumento para ver esta cinta es sin duda su banda sonora. Yo considero que es al menos el 50% de toda la película. Da el dramatismo necesario en el momento justo. es épica, emotiva y encaja como un guante. Tarantino expolia las bandas sonoras de otras películas, principalmente westerns, pero lo adapta a su obra de forma magistral. Una buena banda sonora da muchos puntos a una película, y esta es la mejor que he escuchado jamás.



Tanto si te gusta la épica, las aventuras, el drama, la acción, el manga, el western, la buena música y/o el buen cine, esta es tu película. Y si no, también, porque Kill Bill es una forma maravillosa de abrirse a nuevos géneros a través de sutiles pinceladas. Es necesario que veas esta maravilla por primera, segunda o enésima vez, porque esta cinta nunca caducará. Tarantino sabe lo que hace, y lo hace muy bien.

"Esa mujer se merece una venganza, sí, y nosotros morir. Aunque ella también, así que... ya veremos que ocurre, ¿verdad?"

VALORACIÓN: Imprescindible

No hay comentarios:

Publicar un comentario