Si hay un animal al que las películas cutres de terror disfrutan explotando y reinventando de mil fomas, ese es el tiburón. Desde el taquillazo del "Tiburón" de Spielberg, la cosa ha ido degenerando. bastante. Ayer mismo vimos como un tiburón de dos cabezas merendaba adolescentes, así que el siguiente paso es ver a un tiburón fantasma. Y sí, algún día hablaré de "Sharknado", tranquilos.
¿Cómo hemos llegado a la situación de tener que luchar contra un tiburón fantasmal? Muy sencillo. En esta ocasión si se molestan en explicar el origen del bichejo. Unos paletos están pescando en mitad de la noche, cuando un tiburón blanco les ataca. Lógicamente se lo cargan, pero el cuerpo del escualo va a parar a una cueva que resucita los cadáveres que han tenido una muerte violenta. Todo muy razonable. Es ahora cuando empieza la venganza del espectro, que se aparece en cubos de agua, mangueras y vasos de agua para devorar a sus víctimas. Sí, en serio. Vasos de agua. Y si no mirad como queda el tipo que se bebió el vaso con el tiburón dentro.
No sé que motivos daros para que veáis esta cagarruta, porque en fin, es un puto tiburón fantasma. No creo que sea necesario añadir nada más. Pero por si os resulta poco aliciente, también hay cabezas clavadas en botellas de alcohol, gordos devorados, niños desmembrados y actores de chichinabo. Con esos ingredientes, el disfrute para los amantes de lo cutre está garantizado.
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