Alejandro Magno

Hay veces en que un segundo visionado de una película puede hacerte cambiar de opinión respecto a la primera vez. Es probable que se aprecien nuevos detalles, nuevos matices que habían pasado desapercibidos. Con esta película me ha pasado eso. La primera vez que la vi me resultó aburrida, no la entendí muy bien y se me hizo larga. Ahora que la he vuelto a ver he descubierto que bajo todo lo anterior late el corazón de una basura hedionda e insoportable, tan nauseabunda que me avergüenza su mera existencia.

La película pretende narrar la vida de Alejandro Magno... y ya está. Pero al final se queda en un tostonazo speudogay totalmente infumable de tres mortales horas en la que los hechos están inconexos y da más asco que pena. ¿Una definición muy compleja? No te preocupes, aquí va otra: UNA PUTA MIERDA DE PELICULA.

El hecho de tener a superestrellas como Angelina Jolie, Colin Farrell o Anthony Hopkins (aunque en el caso de este último hay que decir que es el único que medio se salva de la quema) no garantiza el éxito de una película. Y si encima la vistes de blockbuster y nos la quieres colar como si fuera una obra maestra, el batacazo es monumental. Ni los efectos especiales compensan esta basurilla.

Total, que si grabamos a un perro cagando durante tres horas, nos divertiremos más. Si hiciera una lista con mis 10, o incluso 5 películas más odiadas, esta aparecería sin lugar a dudas. La única cosa positiva que podéis sacar de esta película es que ya tenemos la primera entrada con valoración basura del blog. Enhorabuena.


(Me niego a poner una frase de este bodrio)

VALORACIÓN: Basura