Me llena de vergüenza y arrepentimiento reconocer que fui a ver esta bazofia al cine. Cierto es que mi sentido arácnido me decía "no lo hagas, no entres en ese sitio porque te vas a comer una mierda de proporciones bíblicas", pero por acompañar a mi hermano cometí el suicidio-homicida y pagué dinero por esta basura.
La historia (¿qué historia?) podemos decir que va mitad sobre una estrella del rock que tiene sus dudas sobre si seguir en el meollo de la música, unos jovencitos que se enamoran y cantan, los dueños del local en torno al cual gira todo y tonterías varias.
Todo está basado en un musical de Broadway, o eso dicen, pero el caso es que para llamarse "La era del rock" lo que nos encontramos es un chorro de baladas que parece que estamos viendo "High School Musical 4" o por el número que quiera que vayan ya. Uno espera que al anunciarte la película con un Tom Cruise con el pecho al aire y lleno de tatuajes ese podría encontrar un producto más o menos orientado al rock de verdad, el de pegar cierto numero de voces con algo de coherencia. Que sí, que no es la era del heavy metal, lo sé. Pero es que si me dices que es la biografía de tu prima la del pueblo, a la que le gusta cantar los sábados por la noche en el karaoke, pues me lo creería igual.
Dios me libre de criticar las canciones que aparecen en la película, pues bien es sabido por todos que las mejores baladas del mundo provienen del rock. La indignación y la calificación de crimen vienen por la tomadura de pelo, porque uno espera ver un potente concierto de rock duro hecho película y le zampan esta mierdaca. Mal, muy mal.
VALORACIÓN: Crimen
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