sábado, 17 de noviembre de 2012

CUBE



Decepción. Ese es el resumen de esta saga. Si bien la primera parte, aún siendo cutre, es capaz de entretener e incluso despertar cierta curiosidad en el espectador, las secuelas son tan lamentables que merecerían ser borradas de la historia del cine. Un ejemplo de lo que pasa cuando una buena idea la llevan a cabo unos ceporros ineptos.


La temática de las películas es la siguiente: unas cuantas personas se despiertan en una estructura inmensa dividida en salas cúbicas conectadas entre sí. en algunas hay trampas y en otras no, y hay que salir como sea porque no hay ni comida, ni luz del sol ni unos urinarios decentes.


Una vez vistas las tres películas, me quedo peor que antes de verlas, con dudas no resueltas, o resueltas de mala manera que es peor. Un presupuesto de risa en la primera entrega fue suficiente para sacar adelante un producto potable, pero en las secuelas se gastaron algo más de dinero en escenarios y muertes pringosas dejando de lado un detalle importante. A alguien se le olvidó contratar a un guionista por lo que veo.


El resultado de todo esto es, ni más ni menos, una mierda pinchada en un palo. En la segunda parte hay unas paradojas temporales estúpidas, por las que siento verdadero odio hacia quien las diseñó. Soy muy fan de los viajes en el tiempo y cada vez que se desperdicia uno en el cine, un friki muere de pena.


VALORACIÓN: Basura

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