Este puede ser el primer documental de impacto del que tuve conocimiento en mi vida. 10 años han pasado desde su estreno, y nunca me había lanzado a verlo. Pero tarde o temprano tenía que llegar su hora.
Como químico que soy, también me manejo bastante bien en la cocina, porque el cacharreo es el cacharreo. Las cadenas de comida rápida nunca han tenido el menor atractivo para mí, así que el problema de lo poco saludable que puede resultar comer en McDonalds no es algo que me afecte en especial. No obstante, la película me resultó de lo más entretenida. Puede que sea de los pocos documentales disfrazados de largometraje con los que no me he aburrido. No me malinterpreteis, soy un activo consumidor de esos documentales de 40-50 minutos sobre naturaleza, arte, ciencia y demás, pero cuando son trabajos que se estrenan en cines... ¡ay amigo!, me entra el sopor con facilidad. Pero afortunadamente este no ha sido el caso.
Y es que Super Size Me más que un experimento sociológico, es un experimento científico, en el que vemos como el documentalista pone en riesgo su propia salud para demostrar lo perjudicial que puede resultar el abuso de la comida rápida (en este caso de McDonalds, pero el ejemplo es aplicable a cualquier cadena). La conclusión que saco no es que McDonalds esté envenenando a la población mundial, sino que el abuso de cualquier cosa trae malas consecuencias. Aunque es lógico que si de lo que abusas es de comida basura, acabes más pocho que si abusas de frutas y verduras.
Y de premio... el documental completo en español. Para que luego digáis que no os dan nada por leer este blog de mierda:
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