sábado, 27 de septiembre de 2014

Campo de batalla: La tierra



Hay veces en que la palabra ridículo se queda corta. Ésta es una de esas ocasiones. No solo da vergüencica ver a Travolta y Whitaker vestidos como travestis intergalácticos, es que la película es lamentable.


Estamos en un futuro lejano, en el que la Tierra ha sido invadida por una raza alienígena tecnológicamente superior (aunque inferior en cuanto a vestuario), que utiliza nuestro planeta como mina de materiales escasos en otras zonas de la galaxia. Los humanos han ido perdiendo habilidades, y ahora son poco más que catetos prehistóricos sometidos a la ocupación extraterrestre. Lógicamente, a uno de los catetuzos se le encenderá la bombilla, comenzará una rebelión y al final todos comerán perdices.


¿Habéis visto el capítulo de Los Simpsons en el que Homer le hace un video a Flanders para buscar pareja y solo utiliza la cortinilla de estrellas para cambiar de escena? Pues el cabronazo del montador de la película seguro que si, porque solo utiliza una pésima cortina lateral para cambiar todas y cada una de las escena de la maldita película. Y así, a uno se le va la olla.


Diría que no se cómo John Travolta tuvo los cojonazos de hacer este bodrio, pero ha visto ya tantas cosas absurdas en la carrera de este tío que nada me sorprende. Desde luego es el centro de atención de toda la cinta, eso no se lo voy a negar.


domingo, 14 de septiembre de 2014

El fantasma de la ópera (una de tantas versiones)

 

De esto que estás una noche aburrido y te enganchas a la primera película que pasa. Tienes la mala suerte de que es una versión de "El fantasma de la Ópera". Para colmo de males es un musical doblado como una hedionda hez al castellano, canciones incluidas. y cuando crees que has desperdiciado la noche... ¡zasca!


El fantasmica resulta ser Gerard Butler. Sí, el que reparte hostias como panes en 300. El mismo tío que se lleva por delante a un jodido ejército él solito al más puro estilo jungla de cristal en la nada despreciable "Objetivo: La Casa Blanca" (de la que algún día hablaremos, porque hay que ver lo que me moló cuando la vi). Y no solo eso, si no que lo hace todo con un regusto ochentero, pese a ser una película de 2004. Como se nota que no había saltado a la fama ni el tato todavía en esa cinta.
 
No es por nada, pero yo le veo la cara muy normal aquí.

Especial atención merece la mierda de máscaras que lleva el fantasma, que tapan media mejilla a duras penas y se sujetan mágicamente en el aire, sin gomilla ni nada. Pero cuando se las quita... bum, una desfiguración ridícula ni de puta casualidad podía estar ahí tapada antes y un pelo que pasa de moreno a canoso en un abrir y cerrar de ojos. Los misterios del cine. Del cine cutre, vamos.

De seductor a gañán con solo levantar la máscara. canas instantáneas.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Zardoz

 

Sean Connery en taparrabos futurista. Ese es el resumen de "Zardoz", una película tan mítica como psicotrópica para los sentidos.


Si Charlton Heston lo petó con "El planeta de los simios", en las antípodas del éxito está la hostia que se da Connery con esa cagarruta, que trata de lo siguente: Año dos mil y pico largo, hay una raza de elegidos que son los cazadores, que sirven a una cabeza gigantesta voladora llamada Zardoz, su dios. El Dios les encomienda matar a sus semejantes para controlar la natalidad en un planeta marchito, para lo que los provee de armas y munición. Pero uno de los cazadores parece ser más listo que los demás, y se huele que hay algo más tras tanta parafernalia, así que decide meterse dentro de la cabeza voladora y a ver donde puñetas termina.


Y termina en un vórtice, una especie de zona aislada en la que viven unos humanos inmortales gracias a los avances de la ciencia. Estos humanos son los más ricos e inteligentes de los días de la extinción de la Tierra, que consiguieron aislarse del resto de la humanidad y sobrevivir prósperamente (más o menos).


Total, una puta locura. Hay un momento en que uno parece ver la luz a tanto disparate, y se van aclarando las cosas, pero al final se lía la de dios, todo se vuelve más abstracto que al principio y zasca, fin.


Eso sí, hay escenas memorables, como el estudio de como se pone palote un salvaje, la fuga vestido de novia o el final raruno con Sean Connery maquillado para parecer anciano, con peores pintas que a su edad real actual .
 

Hay un rayito de esperanza para la película, si la ves con toda tu atención y sin prejuicios. Puede que hasta la disfrutes. Pero si no, es mejor tomársela a coña, porque así ganará bastante este disparate distópico en el que no sé como tuvo huevos de involucrarse Connery.

viernes, 5 de septiembre de 2014

Bizarradas

Vuelta al cole, y vuelta a tomarme en serio el blog tras unas merecidas vacaciones. No se puede decir realmente que lo que vayamos a tener este mes sea un ciclo, pero me voy a dedicar a rebuscar un poco y desenterrar algunas películas raras de cojones en las que actores famosos hacen el chorra. Y... nada más que añadir. A disfrutar con lo raro.