viernes, 8 de agosto de 2014

El hombre elefante



Rodada en blanco y negro, con un Anthony Hopkins jovenzuelo y un John Hurt irreconocible, esta genial película da el pego como si fuera uno de los clásicos de los años 40-50. Llevaba tiempo queriéndola ver y anoche lo conseguí en TCM.


La historia se basa en el personaje REAL Joseph Carey Merric, también conocido como "el hombre elefante". John Merric es un jóven que ha tenido deformidades abominables en su cuerpo desde que era un bebé, y no tiene más remedio que ganarse la vida luciéndolas en un circo de los horrores mientras es explotado por un despiadado patrono. Pero todo cambia cuando un cirujano le descubre, y decide llevarlo a su hospital para estudiar sus deformaciones. Pero tras el primer contacto, el cirujano y resto de su entorno se dan cuenta de que John no es una atracción de feria sin sesos, sino que es un joven de modales exquisitos que se comporta como una bestia asustadiza debido a los años de tortura a los que ha sido sometido.


Nominada a 8 premios Oscar, no se llevó ni uno. Los que me llevéis leyendo un tiempo conocéis perfectamente mi opinión respecto a los Oscars: TONGO. Es alucinante que una película tan maravillosa como es "El hombre elefante" no tenga ni un triste premio Oscar, aunque solo sea para que la gente que se guía por los premios que gana una cinta para verla, saque tiempo para ver esta joyita. Y me parece un poco fuerte que no estuviera ni nominada a mejor película, aunque hay que tener que entre las cinco nominadas estaban "En busca del arca perdida" y "Carros de Fuego" (ganadora ese año).


Tan bueno fue el trabajo de maquillaje de Christopher Tucker (de quien me voy a molestar en estudiar en qué películas ha participado), que desde 1981 se instauró la nueva categoría de mejor maquillaje en los Oscars tras el aluvión de críticas que recibió la academia por negarse a dar un premio especial al maquillador por su fabuloso trabajo (volvemos a mi teoría de la imbecilidad supina de los encargados de repartir los Oscars).

Atención, porque este es el pobre y VERDADERO John Merric

Resumiendo, hay que ver esta película sí o sí, para darnos cuenta una vez más de lo asquerosamente estúpido que es el ser humano muchas veces. Y de que a pesar de todo, también hay gente interesante una vez salvadas las apariencias físicas.

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