Otra peli más del oeste con un Gary Cooper madurito para la saca. En esta ocasión, unos buscavidas llegan a la costa mexicana tratando de hacer fortuna, cuando una oportunidad inmejorable se les presenta caída del cielo: una mujer solicita ayuda para rescatar a su marido de una vieja mina de oro, ofreciendo una gran recompensa a cambio.
En la película veremos que el viaje es más que largo, así que no sé como demonios aguanta el marido tantos días abandonado. Pero qué demonios, el cine es así. Una vez lleguen a la mina, surgirá más de un problema por oro, mujeres y, cómo no, indios cabroncetes.
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