No podía no cascar una saga navideña en el blog a estas alturas del año. Y me temo que no va a ser la última.
Si alguien no ha oído hablar de estas pelis, tiene un problema. Pero para los despistados os diré que Tim Allen se convierte en Santa Claus después de que el original se mate en el tejado de su casa. Así va el mundo. A lo largo de tres películas tendrá que acostumbrarse a su nuevo corpachón, buscar una esposa que haga de Mámá Claus y enfrentarse a Jack Frost, o si no... ¡¡la navidad acabará para siempre!! Que problemón.
Un punto a su favor es el hecho de no cambiar a los actores secundarios a pesar del paso de los años. Yo que las voy a volver a ver estas navidades del tirón lo agradeceré. Y por cierto, es muy absurdo pero soy fan de Martin Short, no lo puedo evitar.