Dios sabe que siento no haber escrito nada en tantos meses, pero para mantener este blog vivo hay que hacerlo con ganas y esas no siempre se tienen. Pero después de haber visto esta cutrez con nada más y nada menos que Marlon Brando, no he podido resistirme a volver. Y además, Halloween anda cerca, y si hay dos citas a las que nunca falta este blog es el Retroback en febrero-marzo, y al mes de noviembre de terror, aunque siempre acabe siendo cutroncio y mierdero de Serie B (o Z), no voy a engañar a nadie que me siga a estas alturas.
Hay muchas versiones de este libro de H.G. Wells, tanto en largometraje como en parodia (¿os acordáis de la Isla del Dr. Hibbert en Los Simpsons?), pero esta última versión de 1996 aún ambas cosas, aunque me temo que el ramalazo de comedia ha sido totalmente involuntario.
El primer punto de humor accidental es el hecho de que Marlon Brando interprete al Dr. Moreau de esta guisa:
Y ahí no acaba la cosa, porque no contento con eso luego hace un claro homenaje a los Caraconos:
Como esto de los homenajes es un camino de dos direcciones, ¿a qué os recuerda esta escena?
En efecto, la combinación de señor calvo, gordo y vestido a juego con ese pequeño ser, que no tengo ni repajolera idea de qué animal pretendían hacer ver que provenía, se da un aire al Dr. Maligno y Mini Yo:
Volviendo a la cutrez... no puedo evitar hablar de los seres de la isla, con esos movimientos simiescos independientemente de que sean monos, tigres o jabalíes y esos grititos soltados sin ton ni son. Aquí voy a hacer un inciso cultural para recomendar la lectura de uno de los arcos argumentales de Jason Aaron en el Increíble Hulk, (Incredible Hulk v4, 1-7) en el que Hulk y el Dr. Banner son dos entidades separadas, en la que la cuerda es Hulk y el loco Banner. Y está tan loco que se va a una isla ha convertir a los animales en humanoides gamma. Y le llaman padre y todo. Lo que viene siendo el típico homenaje/plagio de idea previa. Pero demonios, es espectacular. Podéis encontrarlo en español editado por Panini Comics (
El Increíble Hulk v2, 1-4)
Con ese espíritu de Serie B tan añejo unido a una banda sonora infecta y unos créditos iniciales dignos de manicomio, la película lo tiene todo para ser la bazofia divertida que es. Y además, los acontecimientos van a toda pastilla. El protagonista pasa de ser un pardillo recogido en el océano a un pseudohéroe de acción en un momento. Y aparte de todo eso, Val Kilmer. Su solo nombre ya es una invocación si no al cine basura, al menos a los actores basura. Mierda de la buena, resumiendo.